Como ya se dijo, los océanos actúan como una fuente de calor, ya que emplean un tiempo mucho más largo en cambiar las temperaturas, comparados con tierra. El resultado es que el Ártico conserva mejor el calor por que no la devuelve en el mismo grado que lo hace la Antártida. Todos estos factores combinados hacen de la Antártida uno de los lugares mas fríos del planeta.
En el Polo Sur, la amplitud térmica comprende valores entre los -25º y -62º C. Explican valores tan sumamente bajos la inexistencia de océano a corta distancia y la cota (altura) muy elevada. Contribuye asimismo la transparencia atmosférica (dimanante del régimen anticiclónico reinante) y la baja humedad, por lo cual los valores bajos se acentúan cuando el intercambio de aire es casi nulo, lo cual ocurre precisamente en la zona donde está instalada la estación Vostok, a 78º 28´ de latitud y 3.505 m. de altura, en que la temperatura media anual registra los -56º C; la media durante el mes más caluroso es de -33º C; el mínimo absoluto es de 88,3º C; el máximo absoluto es de -21º C.
Las temperaturas durante el invierno raramente alcanzan niveles tan altos como 15º C. medidos en algún momento en la Península Antártica Norte, que a causa de sus influencias marítimas es la parte más calurosa del continente. Las temperaturas medias más bajas durante el verano son -20 a -30º C en la costa, y -40 a -70º C. en el interior. Como ya se ha dicho, los periodos más fríos suelen darse en la meseta polar, generalmente a finales de agosto y un poco antes de retornar el sol.
La altitud juega un papel importante en la distribución de las temperaturas. En la hoja de hielo antártica existe una pérdida de 1º C. por cada100 m. de altitud. La mitad de la Antártida se encuentra 2 km. por encima del nivel del mar, esto indica que el continente podría reducir su temperatura 40º C. si la meseta se encontrara al nivel del mar.
Las abismales diferencias térmicas entre estaciones (en la Antártida solo existen dos estaciones: verano e invierno) siguen un proceso físico natural y rutinario año tras año, salvo por circunstancias transitorias. No obstante, esta deseable rutina puede romperse por motivo de la actividad humana La preocupación internacional aumenta ante la posibilidad del calentamiento global llamado "efecto invernadero", que causa un aumento de temperaturas. Los glaciares y plataformas heladas de la Antártida serían muy sensibles a ese cambio. Mientras que muchos investigadores ponen el acento en la desintegración de grandes bloques tabulares de los glaciares antárticos, algunos otros no han encontrado datos consistentes de un cambio sustancial de temperaturas a largo plazo.
En el Polo Sur, la amplitud térmica comprende valores entre los -25º y -62º C. Explican valores tan sumamente bajos la inexistencia de océano a corta distancia y la cota (altura) muy elevada. Contribuye asimismo la transparencia atmosférica (dimanante del régimen anticiclónico reinante) y la baja humedad, por lo cual los valores bajos se acentúan cuando el intercambio de aire es casi nulo, lo cual ocurre precisamente en la zona donde está instalada la estación Vostok, a 78º 28´ de latitud y 3.505 m. de altura, en que la temperatura media anual registra los -56º C; la media durante el mes más caluroso es de -33º C; el mínimo absoluto es de 88,3º C; el máximo absoluto es de -21º C.
Las temperaturas durante el invierno raramente alcanzan niveles tan altos como 15º C. medidos en algún momento en la Península Antártica Norte, que a causa de sus influencias marítimas es la parte más calurosa del continente. Las temperaturas medias más bajas durante el verano son -20 a -30º C en la costa, y -40 a -70º C. en el interior. Como ya se ha dicho, los periodos más fríos suelen darse en la meseta polar, generalmente a finales de agosto y un poco antes de retornar el sol.
La altitud juega un papel importante en la distribución de las temperaturas. En la hoja de hielo antártica existe una pérdida de 1º C. por cada100 m. de altitud. La mitad de la Antártida se encuentra 2 km. por encima del nivel del mar, esto indica que el continente podría reducir su temperatura 40º C. si la meseta se encontrara al nivel del mar.
Las abismales diferencias térmicas entre estaciones (en la Antártida solo existen dos estaciones: verano e invierno) siguen un proceso físico natural y rutinario año tras año, salvo por circunstancias transitorias. No obstante, esta deseable rutina puede romperse por motivo de la actividad humana La preocupación internacional aumenta ante la posibilidad del calentamiento global llamado "efecto invernadero", que causa un aumento de temperaturas. Los glaciares y plataformas heladas de la Antártida serían muy sensibles a ese cambio. Mientras que muchos investigadores ponen el acento en la desintegración de grandes bloques tabulares de los glaciares antárticos, algunos otros no han encontrado datos consistentes de un cambio sustancial de temperaturas a largo plazo.
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